Día Internacional del Cabernet Sauvignon


El 31 de agosto se celebra el Día Internacional del Cabernet Sauvignon, conocido como “el rey de los vinos tintos”. Recibe este título por ser una de las variedades más expandidas del mundo, con gran capacidad de adaptación a diferentes terruños, y por ofrecer vinos de una calidad excepcional.

Surgido en el siglo XVII en Burdeos, Francia, el Cabernet Sauvignon es el resultado del cruce entre el Cabernet Franc y el Sauvignon Blanc. Su vid se caracteriza por poseer racimos medianos, de granos pequeños, con piel gruesa y sabor concentrado.

A la vista, el Cabernet Sauvignon suele ser un vino con tonalidades rojas o violáceas oscuras y pronunciadas, que rápidamente dan muestra de su gran cuerpo. Produce vinos intensos, complejos, elegantes, con taninos firmes. Sus atributos enológicos lo convierten en uno de los tintos que mejor evoluciona en botella, dándole un potencial de guarda de muchos años. Su principal descriptor aromático es el pimiento verde y es el compañero ideal para carnes de caza, carnes a la parrilla y comidas con salsas fuertes, entre otras.

El Cabernet Sauvignon arribó a Argentina a mediados del siglo XIX y es una de las cepas más plantadas en el país. En el Noroeste alcanza una asombrosa intensidad de color con aromas a moras y pimiento verde, mientras que en Cuyo se intensifica el carácter frutado, descripto como grosellas maduras. En las zonas más australes se potencian los sabores minerales y terrosos. Al ser añejado en madera o botella adquiere un carácter elegantemente áspero, con aroma a tabaco, cuero y especias.

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