BODEGAS

¿COMO SE DEBEN GUARDAR LOS VINOS?

Argentina, Octubre 2023

Temperatura:
El calor es enemigo básico del vino, la clave es envejecer el vino a una temperatura constante. Lo ideal es mantenerlos a 13°C.                                                     

Cuanto mas alta sea la temperatura de exposición mas rápido será su proceso de evolución y lo hará con menor calidad.
Pensemos entonces en aquellos lugares de la casa que tengan temperaturas más constantes y bajas, como la parte inferior de los guardarropas, alacenas alejadas de las cocinas o debajo de las camas (si no hay loza radiante obviamente). Se sugiere guardar las botellas dentro de sus cajas de cartón ya que es un material aislante.

Luz.
Si el vino recibe directamente los rayos solares o de artefactos de iluminación, pueden sufrir una transformación química que cambiará su calidad. Lo ideal es que tengan muy poca exposición a la luz, incluso artificial. Un lugar oscuro y que sólo se ilumine de manera tenue a la hora de buscar una botella, nos asegurará un mejor proceso de evolución.

Humedad.
Si hay poca humedad, el corcho tiende a secarse y el vino se puede oxidar por el ingreso de oxígeno. Lo ideal es mantener la botella entre 60 y 75% de humedad para conservar su calidad. Asimismo, el lugar debe tener cierta ventilación (no ser hermético) sino se forman hongos que también pueden contaminar el vino.
Olores.

Los aromas del vino son tan delicados que su almacenamiento, junto a pinturas, gas, diluyente, u otros alimentos de aromas fuertes, es fatal. En la bodega, no ponga otra cosa que no sean vinos.

Modo de estiba.
Las botellas deben estar inclinadas para mantener en contacto el vino con el corcho y evitar que éste se seque y deje penetrar el aire, lo que producirá una oxidación del vino. Entonces, evitar mantener las botellas de pie.

Nada más hace falta. Puede encontrar ese lugar en su propia casa. Nunca en la cocina, pero puede ser la parte inferior de un placard, una heladera en desuso, el viejo cofre de la abuela o mejor aún, un sótano.

Cuando elija el producto a guardar, nunca compre una sola botella. Como mínimo una caja, mejor dos. Vaya testeando de vez en cuando la evolución del vino, hasta determinar su punto óptimo. Así, cuando el vino haya alcanzado su esplendor, dispondrá de varias botellas para disfrutar